Un diseñador gráfico es capaz de sintetizar ideas abstractas en una imagen, sin embargo no puede sacar imágenes de su cabeza una tras otra como si fueran palomas saliendo del sombrero de un mago.
El diseñador se tiene que informar, investigar, analizar, se tiene que sumergir en el problema de diseño para conseguir la forma óptima de comunicar el mensaje apropiado que se debe comunicar al público correcto.
Por esto, el diseñador necesita de tu ayuda como cliente. Si contratas a uno, no lo estás contratando para hacerte unos dibujos, lo contratas para pensar, para ayudarte con un problema de comunicación.
Tan solo haz un análisis personal, qué es lo que realmente quieres. ¿Quieres un logotipo o quieres que tu público te reconozca y tener una imagen que sobresalga? ¿Realmente quieres una página web o quieres alcanzar un mayor número de personas, que te encuentren y que quieran comprarte?
Un diseñador te puede ayudar en esto y más, pero para lograrlo, tienes que hacer dos cosas: dejarlo hacer su trabajo y ayudarle a hacer su trabajo.
¿Cómo dejar que tu diseñador haga su trabajo?
Cómo mencioné, un diseñador es capaz de sintetizar ideas, información y conceptos en imágenes con un objetivo: comunicar. Sabe hacer su trabajo y no es necesario decirle lo que debe hacer.
Me gusta hacer la siguiente comparación con otras profesiones. Tú no vas con un doctor y le dices, quiero que me des una receta de amoxicilina para tratar mi dolor de estómago. Ni tampoco vas con un abogado para decirle la estrategia que debe tomar ante tu caso.
Tú acudes a un profesional porque tienes un problema, y muchas veces tú mismo no conoces cuál es exactamente ese problema.
De la misma forma, te diriges a un diseñador con un problema y él seguramente sabrá cómo ayudarte. Y si no, te podrá guiar en quien sí puede hacerlo.
¿Cómo ayudar a tu diseñador a hacer su trabajo?
También como mencioné, las ideas no salen como por arte de magia. Aquí se aplica esta célebre frase:
La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.
Pablo Picasso
El diseñar es un proceso, es trabajar, es comunicar. Para esto hay que saber primero qué se quiere comunicar, o más bien qué se debe comunicar, que no es lo mismo y en ocasiones no coinciden.
Ayuda a tu diseñador porque tú eres el experto de tu empresa y él va a hablar de ella, va a hablar de ti.
El diseñador te debe hacer preguntas y muchas, necesitas darle información, él se tiene que empapar de tu negocio, de tu ramo, de tus clientes, de tu competencia, de tu ambiente. Él te debe guiar y tú le debes dedicar tiempo.
Olvídate de contratar a un diseñador y tomarlo como si fuera un pastelero que le pides tu orden, te olvidas del asunto y solo vas a recoger tu encargo.
No esperes contratarlo y que él vaya directo a su computadora y regrese al día siguiente con esa gran idea que estás pensando.
Y si es así, que no te sorprenda que llegue el diseñador, veas lo que hizo y digas “no me gustó”. Claro que no te va a gustar algo en lo que no hubo la suficiente comunicación diseñador-cliente ni se trabajaron los objetivos.
Tú como cliente, debes comprender el porqué de las decisiones de diseño tomadas y el diseñador debe comprender las expectativas, deseos, necesidades y propósitos del cliente.
En Conclusión
Dale la importancia debida al trabajo de tu diseñador, porque lo que hace te representará a ti y a tu negocio. Escucha lo que te propone y las razones detrás de esas propuestas.
Trabaja con él como un equipo. Explica tus deseos y expectativas. Responde sus preguntas y hazle las preguntas que quieras sobre las dudas que pudieras tener.
Muchas veces puedes estar muy ocupado y no tener tiempo para el diseñador, puedes dejarlo que trabaje solo, pensando que sabe lo que hace. Solo recuerda que si la información que recibe no es de calidad, es muy posible que el resultado tampoco lo sea.
Si no te agradan las propuestas de diseño, también platícalo. No uses términos como un simple “no me gusta” porque, aunque no quieras, el diseñador no está para complacer tus gustos, está para ayudarte en tu problema de comunicación (El medicamento no es el que quieres, si no el que necesitas).
Es mejor explicar las razones por las que crees que una propuesta de diseño no está cumpliendo con los objetivos que se han estado buscando.
Y siempre tengan los dos en cuenta al público objetivo, ellos son los que van a recibir el mensaje.
Mi objetivo era darte una guía, aunque sea breve, de cómo trabajar con tu diseñador para tu beneficio y obviamente el de tu empresa. Espero haberlo logrado.
Si tienes algún comentario, no te vayas sin dejarlo aquí abajo. También, si lo que deseas es comunicarte directamente conmigo, usa la página de contacto, siempre es agradable saber de ti.