En artículos anteriores he sido insistente con que el principal objetivo del diseño visual es la comunicación. Sin embargo, hay dos rutas que se pueden tomar para tu negocio dependiendo de lo que quieres lograr, se puede persuadir y se puede informar.
Por ejemplo, cuando se diseña para una publicidad, se busca persuadir a un público para que tome una acción, la que el diseñador (o su cliente) esté buscando. Pero cuando se diseña para informar, se busca entregar información a un grupo de personas para que puedan tomar la acción más apropiada para ellos mismos dentro de su entorno
No es que uno esté en contra del otro, sino que se debe analizar cuál debe pesar más según cada proyecto. En ambos se trata de provocar una acción, pero con una finalidad diferente. Veamos a continuación un poco más cada uno de estos términos.
Diseño Persuasivo.
Como mencioné, busca generar una acción del público objetivo y esa acción por lo general es la que el generador del mensaje establece.
Se intenta lograrlo mediante herramientas psicológicas, sociales y antropológicas, entre otras, para provocar emociones y así influir en el comportamiento. Es muy claro el papel que tienen las emociones para lograr que los seres humanos tomemos decisiones. En este caso la información por sí sola no es suficiente.
La empatía con tu público es una de las mejores formas de influir debido a que se trata de que ellos se sientan identificados con lo que ofreces, que tú los comprendas y no al revés. No pretendas que ellos te comprendan a ti o a tu producto.
Diseño Informativo
Cuando hablo de Diseño Informativo me refiero al que busca informar más que persuadir.
Una manera más de llamar a esta disciplina es Diseño de Información. Inicialmente no quise llamarlo así para evitar confundirte, porque tanto en el diseño persuasivo como en el segundo se diseña información. Pero como ya lo has visto, buscan objetivos diferentes.
El diseño Informativo o de Información, busca traducir datos complejos en información fácil y rápida de entender, que te guíen, te orienten y se traduzca en una acción.
Se usan elementos y variables visuales como las formas, la orientación, el tamaño, colores texturas, posición, etc. para sintetizar el mensaje que se quiere enviar.
Puedes ver ejemplos de diseño de información en la señalización de un museo, en una infografía, en un mapa del clima o en los gráficos de un reporte financiero, además de otros muchos ejemplos.
Algo más que puedo apuntar sobre el diseño de información es que no tiene por qué ser aburrido. Parte del objetivo, en mayor o menor medida y dependiendo de cada caso, es hacerlo visualmente atractivo. Las infografías son un excelente ejemplo en el que la información puede ser agradable a la vista a pesar de la posible complejidad del tema.
Con la llegada de internet y las aplicaciones móviles, esta disciplina ha prosperado debido a la necesidad de crear interfaces visuales simples y fáciles de entender a pesar de la complejidad que involucran.
Toma como ejemplo la aplicación móvil de tu banco. Es tan sencillo navegar a través de ella que es invisible para ti todo el embrollo que involucra tanto la información y los datos como la seguridad que tiene.
Esto me lleva a la invisibilidad del diseño. En parte, el diseño sufre por su propio éxito, es decir, si un diseño está bien realizado, es invisible para el usuario, no lo nota. La gente solo se percata de él cuando está mal hecho; pero cuando es sencillo y fácil de entender, es común quedarse con la idea de que diseñarlo también fue fácil, sencillo y rápido, cuando la realidad fue otra.
Pero sobre la invisibilidad del diseño hablaré en otro post.
Espero hayas encontrado este texto interesante y útil. Deja tus comentarios aquí abajo, y si tienes interés en que platiquemos de las necesidades de comunicación visual de tu negocio, ponte en contacto conmigo.